Mis primero estudios universitarios son como maestro de filología inglesa e hispánica. Luego estudio ciencias religiosas. Soy terapeuta transpersonal y profesor de mindfulness para la salud. Máster en espiritualidad transcultural, experto en espiritualidad y migraciones. Llevo años acompañando a personas usando diversas técnicas y mi propio bagaje personal.
Me considero un apasionado de ese campo común en el que los distintos caminos sapienciales y místicos comienzan a confluir. La llamada filosofía o sabiduría perenne. Asombrado, cada vez más, de como cada uno de esos caminos acaba apuntando al mismo centro como los radios de una bicicleta. 

En mi pasado estuve muy vinculado al ámbito de la iglesia católica, siendo incluso sacerdote ordenado, aunque siempre en los márgenes. Luego, mi trayectoria espiritual y vital me han llevado a estudiar esos otros caminos y a confluir con hermanos y hermanas de otras tradiciones haciéndome cada vez más enamorado de esa Unidad posible en la diversidad. Me siento ahora en el terreno de lo transreligioso. Ese campo de la no dualidad, donde el SER se expresa a través de diversas sendas, pero sin necesidad de ninguna. Aunque sigo teniendo como referente al Maestro de Nazaret, tanto en su trayectoria humana como en su propuesta espiritual más profunda de conexión con la única Fuente. Ahora me dedico también a profundizar con grupos de personas en su legado místico. 
Me dedico a ofrecer acompañamiento terapéutico personal y en pareja, cursos de mindfulness para la salud y el estrés, talleres de temática psicoterapéutica desde la escuela transpersonal, también el curso-itinerario “El acceso a la realidad sagrada desde el camino del maestro de Galilea” y retiros de diversa índole.
Mis herramientas para la terapia personal son fundamentalmente técnicas de la psicoterapia transpersonal del Instituto creada Marly Kuenerz, psiquiatra clínica y psicoterapeuta transpersonal, aunque no me reduzco a ello. Uso también la sabiduría de fondo del mindfulness y el kindfulness, así como la técnica del focusing, sobre todo, de llevar al cuerpo la atención y desde ahí comenzar el camino de sanación. 

EL VERDADERO CRECIMIENTO ESPIRITUAL ES UN PROCESO DE DESMORONAMIENTO DE TODO LO QUE NO ERES..